Contador, cambiar el No por “Le recomiendo”
Una de las profesiones más reconocidas por la sociedad colombiana es la de Contador Público, yo, como Contador Público considero que es la profesión más privilegiada, porque a diferencia de otras profesiones y no quiero hacer comparaciones odiosas, se necesita que haya un evento extraordinario para ser llamado a prestar sus servicios, en cambio, el profesional de la Contaduría siempre es requerido por las personas en sus actividades rutinarias, sean empresarios, independientes, emprendedores, empleados e incluso informales. El Contador es reciproco a ese reconocimiento de la sociedad, realizando una labor con responsabilidad social, que va más allá de plasmar su firma en un documento, se trata de dar fe pública, reglamentada inicialmente por la ley 145 de 1960 y posteriormente por la ley 43 de 1990, la firma del contador público es una garantía sobre la veracidad de la información que se presenta, su ética profesional, le permite realizar el ejercicio de su profesión con responsabilidad social, propender siempre por que las personas realicen sus actividades de una manera correcta, eficiente y eficaz. La globalización, la implementación de los Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y las Normas Internacionales de Auditoria y Aseguramiento (NIAS), en Colombia, le dieron un vuelco al desarrollo de la profesión, nos permitió, salir de ese cuarto oscuro, salirnos de esa zona de confort, salirnos de ese letarguismo y poco reconocimiento que teníamos los contadores, antes de la aparición de la adopción del nuevo marco normativo de información financiera, reglamentadas en Colombia por el Decreto 2784, 2706 y 3022 que reglamenta la Ley 1314 de 2009, este nuevo marco normativo nos volvió a poner en el lugar que merecemos, hoy están mandados a recoger aquellos empresarios que le decían al contador como debía hacer el registro de sus operaciones y también están mandados a recoger los Contadores que permiten que personas ajenas a la profesión, les digan cómo deben presentar la información en los estados financieros, hoy gracias a las NIIF y a las NIAS, podemos decirle a la sociedad colombiana que los Contadores estamos haciendo las mediciones y reconocimientos financieros, suficientemente documentados, cumpliendo con los parámetros internacionales para reflejar la realidad de cualquier actividad económica y también les podemos decir a los empresarios, que en Colombia la contabilidad ya no se prepara solo para pagar impuestos, hoy la contabilidad refleja fiabilidad y un resultado acorde a la situación de la empresa, que permite realizar todo tipo de evaluaciones, permite realizar una adecuada planeación de su actividad y que los impuestos a pagar, son el resultado del desarrollo de su negocio y de su adecuada planeación tributaria, plasmada en la conciliación fiscal. Los Contadores hemos recuperado la confianza de todos los sectores, confianza que habíamos perdido después de la crisis económica del 1998, cuando un pequeño grupo de contadores se dedicó a firmar certificaciones y estados financieros sin comprobar previamente la información, ahora somos tan importantes, que a todo al que se le ocurre exigir la firma del Contador o Revisor Fiscal, desde el legislador, cuando están expidiendo normas en las cuales siempre existe una frase que dice “dicha información debe ser certificada por contador o revisor fiscal” pasando por las entidades de control, para las cuales la información sin la firma del contador o revisor fiscal no es válida, hasta la más pequeña de las transacciones financieras o comerciales, como es la de obtener un inmueble en arriendo o un cupo de endeudamiento, ya sea un establecimiento de comercio o en una entidad financiera, siempre le van a exigir la certificación del contador, es aquí en donde realmente vemos plasmada nuestra responsabilidad social, la cual, los Contadores podemos extender con nuestros conocimientos y experiencias, ayudando a emprendedores, entidades de ayuda social, que tanto necesitan profesionales que les estructuren, les evalúen sus proyectos para que obtengan resultados positivos de los mismos. Que orgullo pertenecer a la profesión que trabaja con altruismo, en donde le podemos decir a nuestro empleador o a nuestro contratante NO!, no se hace así, no se debe hacer así, no se puede hacer así, no le conviene hacerlo así, no se registra así, pero todos estos no, los cambiamos por: “Le recomiendo”, por esto apreciados colegas “Les recomiendo” que pasen un feliz día del contador. Julio César Rodríguez Mateus Contador Público Asesor Financiero y Tributario de PYMES [email protected]
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direLa reforma tributaria comenzó un camino hacia su aprobación en el Congreso de la República, un camino que no está sobre pétalos de rosas, si no por el contrario, es un camino lleno de espinas, en donde el Gobierno Nacional, va a tener que enfrentar una serie de retos que le permitan cumplir con su objetivo, en el que pretende congraciarse con todos los colombianos y obtener una mayor capacidad de recaudo para las arcas públicas.
En Colombia, es imposible que una reforma tributaria nos deje felices a todos, esta reforma debería dar confianza suficiente para que Colombia marche hacia la equidad tributaria entre sus contribuyentes. En mi opinión, algunos de esos grandes retos son los siguientes: en primera instancia, la Reforma Tributaria que se va a presentar para aprobación ante el Congreso de la Republica, debe cumplir con las políticas Económicas y de Administración Publica, exigidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), este es un gran club de países ricos al cual pertenece Colombia, para cumplir dichas exigencias, se nombró una comisión de sabios, conformada por personas de otros países altamente reconocidas y prestigiosas en el mundo económico; para que estos consultores externos, entiendan nuestra idiosincrasia, el Ministerio de Hacienda nombró a un Comité Asesor conformado por profesionales colombianos, de esta forma, se espera lograr unas recomendaciones acordes con nuestra realidad. Sin ser menos importante, otro reto que tendrá que superar para ser aprobada, es el hecho, de que tendrá que navegar en el mar electoral lleno de tiburones, al cual llegaremos durante este año y parte del próximo, en el mismo sentido, la piedra en el zapato, que no será una sino varias, serán algunos de nuestros Honorables Congresistas, que se interpondrán con razón o sin ella para obtener réditos en el año electoral, ya que su imagen, para la gran mayoría de ellos, está deteriorada ante sus posibles electores, debido a su ausentismo durante la época de pandemia y no pandemia. También, el Gobierno Nacional, debe venderle la reforma a los gremios, ese no es un objetivo fácil de lograr, debido a que ellos se van a ver afectados por el planteamiento de la desaparición de algunas excepciones tributarias que les benefician actualmente. Tener contentos a los sindicatos no deja de ser siempre un reto, porque ellos pretenderán defender los intereses de los trabajadores, en lo que se refiere al cambio de las retenciones en la fuente frente a las rentas laborales y de pensiones. Dejar al resto de la población con un parte de tranquilidad, será una tarea bastante dura frente a esta reforma, porque en ella se plantea afectar nuevos productos con el IVA, donde tal vez se agreguen algunos que conforman la canasta familiar, vendiendo la idea que se van a beneficiar las clases menos favorecidas devolviéndoles parte ese IVA. Cómo podemos observar, no va a ser fácil el camino de aprobación de la reforma tributaria, esperemos que sea algo que realmente le sirva al país y no resulte cómo algunas reformas anteriores, una colcha de retazos para beneficiar los intereses de unos pocos y dejando de lado los intereses del país. Pero más allá de una reforma, que siempre es el camino fácil de recaudo y perjudicar a los que hoy en día estamos formalizados y pagamos impuestos en Colombia, con esta reforma, el Gobierno pretende que nosotros los que si pagamos impuestos, paguemos 13 Billones de pesos adicionales, pues esta es la aspiración de recaudo adicional, propongo entonces, ser más creativos y audaces al momento de resolver el déficit fiscal, diseñar estrategias y normas más agresivas contra el gasto público y la eficiencia del mismo, el cual asciende para el año 2021 a un monto de 313,9 billones de pesos, de los cuales 184,9 billones de pesos corresponden a los gastos de funcionamiento. Políticas y normas más agresivas contra la evasión que se estima en 43.8 billones de pesos por año, es decir, el 30% del recaudo, que para el año 2020 fué de 146 billones de pesos. Castigo y leyes más fuertes contra la corrupción, que desfalca al país en 19 billones de pesos (cifra entre periodo 2016 y julio de 2017), en 18 meses son 9.67 billones de pesos, casi un billón mensual. Pero en contra de estos flagelos de la Economía Colombiana y castigos a los que los practican, ¿Qué?, ¿Deberíamos centrar los esfuerzos en disminuir estas cifras, más que castigar y buscar sancionar a los contribuyentes, que si le están cumpliendo al país?, ¿Cuál va ser el impacto de esta reforma tributaria, al proceso de reactivación económica, que tanto estamos necesitando? Yo por ahora, como la mayoría de Colombianos, saldré a trabajar, porque con reforma o sin reforma, con pandemia o sin pandemia, debo garantizar el sustento de mi familia. Julio César Rodríguez Mateus Contador Público Asesor Financiero y Tributario de PYMES [email protected] |
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